El Richard Kershaw GPS Lower Duivenhoks River Chardonnay 2019 es una expresión destacada de la filosofía de Richard Kershaw MW, quien busca identificar terroirs únicos fuera de su Elgin natal.
Este Chardonnay proviene de un pequeño viñedo en el distrito del Lower Duivenhoks River, en el Western Cape, caracterizado por sus escasos suelos de piedra caliza, una rareza en la región.
La gran amplitud térmica diurna y nocturna favorece un largo tiempo de maduración en la vid, desarrollando características complejas y manteniendo una acidez natural equilibrada.
La vinificación es meticulosa: las uvas se vendimian a mano y se prensan suavemente en racimo entero.
El mosto fluye por gravedad directamente a barricas (sin bombas) y fermenta espontáneamente con levaduras salvajes, sin clarificar.
El vino reposa en barricas de roble francés de 228 litros (aproximadamente 40% nuevas) durante 11 meses. El resultado es un Chardonnay con una pureza, mineralidad y elegancia excepcionales, que demuestra el gran potencial de esta uva en terroirs sudafricanos únicos.
| Lo que necesitas saber de este vino
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Uva: 100% Chardonnay (clon Dijon CY95)
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Origen: D.O. Lower Duivenhoks River, Western Cape, Sudáfrica
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Crianza: 11 meses en barricas de roble francés de 228 litros (40% nuevas). Fermentación espontánea con levaduras salvajes. Sin clarificar.
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Estilo: Blanco Seco, mineral, complejo y con gran acidez.
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Alcohol: 13.90% vol.
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Guarda: Se puede disfrutar ahora, con potencial de guarda de 5-10 años.
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Maridaje Clave: Mariscos, pescados blancos y aves.
| Puntuaciones y Reconocimientos
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93 Puntos James Suckling (añada 2019)
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93 Puntos Tim Atkin MW (añada 2019)
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93 Puntos Neal Martin, Vinous (añada 2019)
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93 Puntos Wine & Spirits (añada 2019)
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94 Puntos International Wine Review (añada 2019)
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4.3/5 Vivino (añada 2019, según valoraciones de la comunidad)
| Notas de Cata
- Vista: Color amarillo pajizo pálido y límpido, con reflejos que evocan su frescura y brillo.
- Nariz: Un bouquet detallado y enfocado de azahar, tiza húmeda y piedra molida. Se entrelazan aromas de cítricos (limón, pomelo), melocotón amarillo y un toque de manzana horneada con canela.
- Boca: Denso y concentrado, casi “masticable”, con una acidez penetrante y vibrante que equilibra la riqueza de la mitad del paladar. Los sabores de cáscara de naranja, melocotón y pomelo se combinan con una textura cremosa que recuerda a galletas de crema de limón y crème fraîche. El final es largo, salino y sabroso, evolucionando con matices de incienso, agujas de pino y almendras laminadas, mostrando una gran complejidad.
| Maridajes Recomendados
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Ostras frescas con un toque de limón: La mineralidad y acidez del vino realzan la salinidad y pureza de las ostras.
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Turbot o lenguado a la plancha con salsa beurre blanc: La untuosidad del vino y su buena acidez complementan la riqueza del pescado y la salsa cremosa.
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Pollo asado con estragón y limón: La carne de ave y las hierbas aromáticas armonizan con los sabores frutales y los toques especiados del vino.
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Risotto de trufa o pasta con salsa de almejas: La complejidad del vino y su textura se integran con estos platos, especialmente si llevan toques cremosos.
| ¿Cuál es la forma ideal de servir este GPS Lower Duivenhoks River Chardonnay?
- Decantación: No es estrictamente necesaria. Sin embargo, una breve aireación de 15-20 minutos en la copa o en un decantador pequeño podría ayudar a que sus complejos aromas se abran por completo.
- Temperatura Ideal: Sírvelo entre 9∘C y 12∘C. Esta temperatura óptima es crucial para resaltar su bouquet aromático, su untuosidad y su vibrante acidez, permitiendo que todas sus cualidades brillen sin que el frío excesivo las opaque.
- La Copa Perfecta: Una copa de vino blanco de gran tamaño, tipo Borgoña o Chardonnay con crianza, con un cáliz amplio, es la elección ideal. Su forma ayuda a concentrar los complejos aromas del Chardonnay y a apreciar la textura y el cuerpo en el paladar.
- Momento Perfecto: Este Richard Kershaw GPS Lower Duivenhoks River Chardonnay es ideal para una cena especial, una cata entre conocedores o una velada íntima. Su complejidad y potencial de guarda lo convierten en un vino para saborear lentamente, con el potencial de evolucionar magníficamente en la copa y en botella.
